Candela López
Sánchez
Firma invitada
En estos últimos
años en la provincia de Ourense estamos
experimentando un repunte muy elevado de
inmigrantes de origen venezolano que huyen de su país en busca de un lugar seguro para vivir.
Dentro de las
asociaciones que trabajamos en el ámbito
de la Orientación laboral a inmigrantes llegamos a cuadriplicar la atención a personas procedentes de este país. Nos
encontramos con las manos vacías y el corazón
roto por la situación en la que huyen y la desesperación que inunda sus vidas.
Se encuentran entre el terror de ser deportados, la incertidumbre de que será de sus vidas y los escasos recursos con
los que cuentan.
Nos encontramos en
un auténtico limbo laboral ya que más del 60% llegan sin papeles, casi
todos sin sus títulos homologados, debido a las prisas y lo caro que
resulta hacerlo en Venezuela, hasta 1.500 euros puede exigir el Gobierno por convalidar un título, algo que, en vistas de la precaria situación
económica en la que vuelven muchos, lo hace insostenible.
Se ven
obligados/as a buscar trabajos precarios, sin
contrato, viviendo como fantasmas en una sociedad que le exige entre dos y tres
años viviendo en España de forma clandestina para tener acceso a un Arraigo laboral o social siempre
que cuenten con un contrato de trabajo. No solo tienes que ser bueno/a, tienes
que ser sumiso/a.
Los tres años que un
inmigrante tiene que pasar en España para poder optar a la regularización ya son
en sí una incongruencia. Una vez que entras en la rueda de la irregularidad, es
muy difícil salir de ella.
Ante esta situación
es cuando muchos/as empleadores/as afilan sus garras y colmillos y ven en el
inmigrante venezolano la oportunidad de encontrar mano de obra muy barata,
aprovechándose de su situación de sin papeles y de su desesperación para
encontrar trabajo.
La asociaciones
estamos dentro de en un auténtico bucle ya que recibimos subvenciones para la
inserción laboral de las personas inmigrantes pero sin papeles no pueden
trabajar y sin trabajo no existe inserción ¿cuál se supone que es el papel del orientador/a laboral en estos
momentos?
Pero el infierno no acaba aquí ya
que después de pasarse tres años de irregularidad, sin derecho a nada, se
encuentran que todo el futuro que se habían labrado en su país de origen no
tiene validez, se encuentran ante un currículo en blanco ya que no hay estudios
homologados ni experiencia laboral legalmente reconocida. ¿Te imaginas lo que se
puede sentir al tener que partir de cero?
Pero no todo va a ser oscuridad, a veces encontramos pequeñas luces. En este caso esa luz en Ourense se llama Alma Llanera. Se trata de una oficina
de ayuda al inmigrante venezolano que servir de nexo de unión entre demandantes de ayuda y entidades sociales como en la que yo trabajo. Es verdad que
tenemos las manos muy atadas pero sin oficinas como estas las personas
inmigrantes se encontrarían mucho más perdidas y sobre todo mucho más solas.
A continuación os dejo un par de enlaces de reportajes que hicieron en dos periódicos sobre esta ofician, ya que su WEB está temporalmente no disponible:
No quiero despedir este artículo sin dejar una pequeña reflexión:
Muchas gracias por dedicarme un ratito de vuestro tiempo; os dejo
con Giselle y su experiencia personal:
Muchas gracias GRUPO 1 por dejarme hacer mi pequeña aportación a vuestro blog. 💜💜
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